Grandes momentos se vivieron en la segunda edición del festival Coordenada.
Texto: Desired Castellanos. Galerías fotográficas: Héctor Ocampo y Marte C Merlos.
COORDENADA 2015
Guadalajara agradeció la 2° edición del Festival Coordenada. Y es que hemos aprendido que en esta ciudad más vale un cartel de un festival paulatinamente en ascenso que uno lleno de grandes bandas pero que nos dure sólo un año.
En esta ocasión disfruté de grandes bandas, incluso desde el primer minuto de llegada. Descartes a Kant, los Rebel Cats y Leiden fueron los encargados de inaugurar cada uno de los escenarios. Disfrutar un poco de rockabilly y la tierna voz de la cubana, Leiden, fueron una gran fórmula para iniciar esta experiencia.
Para recordar mis años adolescentes no podía perderme a División Minúscula, quienes a pesar de no estar en su momento de más éxito demostraron que tienen a fieles seguidores que corearemos siempre sus canciones. Después siguió El Columpio Asesino, una de esas bandas que demuestran que la potencia puede ir de la mano de ritmos más lentos, los disfruté de inicio a fin.
El Gran Silencio demostró, como siempre, que es una sabrosura bailar con ellos. The Dandy Warhols tenía a todos cautivos, a pesar de haber sido invitados de última hora. Natalia Lafourcade y su dulzura enamoraron a todos en el Indio Stage; uno de los mejores momentos fue cuando salió Meme de Café Tacvba para interpretar juntos “Limosna”, del disco homenaje al gran Agustín Lara. Para culminar la noche no podía perderme a Café Tacvba, quienes siempre son un acierto en nuestro país. En cada presentación demuestran porqué son la banda más importante de México de los últimos años y esta vez no fue la excepción. La espera de todos terminó cuando salió, al fin, Blur; interpretaron algunas canciones de su nuevo disco pero la mayor emoción llegó cuando tocaron sus éxitos “Parklife”, “Girls and Boys” y “Song 2”, con la que el público enloqueció en medio del baile. Vi a todos reír, cantar y disfrutar de un gran festival, al menos uno que hacía falta a la ciudad. Lo no tan conveniente fue, quizá, que las barras no fueron suficientes para todos y nuestra profunda sed. El gran acierto fue incluir el “Otro Escenario”, en el que disfrutamos de propuestas emergentes muy talentosas, además de brindar un espacio para el descanso.
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