El Camino del Exceso

En esta ocasión quisiera platicar algo que realmente no entendía, ya que nunca me he considerado fan de su música pero siempre ha existido un respeto por su trabajo.

El lunes pasado tuve la oportunidad de presenciar junto con 20 mil asistentes la presentación de Enrique Bunbury en el Auditorio Benito Juárez como parte de las Fiestas de Octubre. Como les comente al principio, me costó trabajo entender lo que estaba ocurriendo en ese momento ya que había estado presente en por lo menos 3 conciertos anteriores del artista y en ninguno me había enganchado como en este último.

Y no sólo me refiero a su música, sino también a la energía que existía en todo el óvalo del Foro Principal, enmarcando uno de los mejores conciertos de Bunbury en la ciudad. Un show plagado de éxitos que recorrían sus 30 años de carrera, incluyendo su magnifica trayectoria en Héroes del Silencio que obviamente fueron parte de la euforia que se vivía en esos momentos.
La presentación fue parte del tour llamado Mutaciones 2016, el cual viene de la mano con su más reciente producción en unplugged y que logra capturar un sonido maduro e intenso, rodeado de muchos invitados que no llegan a ser tan importantes por la presencia y voz del músico de Zaragoza.

A lo que quiero llegar es que esta vez me dejó muy claro que Enrique Bunbury es lo que es hoy en día por su actitud, trabajo y no sólo por el nombre que heredo de su extinta banda. Sus versiones entregadas el pasado lunes fueron realmente espectaculares sabiendo que para los tapatíos el Auditorio Benito Juárez no cuenta con una gran acústica, aún así, el trabajo de los ingenieros también es de resaltarse para un lugar tan complicado. Enhorabuena a todos los organizadores por haber logrado traer con precios populares a un artista que de acuerdo a sus redes sociales expresaban: “Qué brutalidad! Posiblemente el concierto más incendiario que he hecho en Guadalajara, Jalisco, en toda mi carrera.
Muchas gracias por tanta energía, entrega y cariño!”

La palabra “incendiario” es la mejor descripción para todo lo ocurrido esa noche, más cuando Enrique se baja del escenario y camina en la zona de ruedo para tocar la mano de algunos de los asistentes que capturaran cada instante con su celulares.

En fin, un recorrido por una carrera llena de buenos tracks que confieso canté todos y cada uno de ellos con cerveza en mano (y eso que no soy fan), aunque para mí, el sonido de El Camino del Exceso y Sí me vibraron tanto que tuve que pedir otra doble.

Recomendable 100% su producción unplugged.

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